



Metanoia
Metanoia
Metanoia significa conversión, pero no sólo eso, implica “un cambio de conocimiento”, es un dejarse convencer, adquirir un nuevo corazón y una nueva mente, ser más humanos, más semejantes a Jesús que escogió nuestra humanidad como un camino salvífico.
Paulo nos presenta el desafío de dejarnos conmover por el rostro de aquel que nos calma con su presencia imperturbable en medio de la tormenta, que nos mira aún con sus ojos cerrados, que se presenta como autorretrato de una humanidad herida y desfigurada para darnos la oportunidad de mirarnos y dejarnos sanar por sus heridas.
Cada una de estas pinturas nos invita a mirarla con ojos limpios de prejuicios. Son un llamado a mirarnos y dejarnos mirar. Humanos, plenamente humanos. Nos llevan al desierto cuaresmal, junto con Jesús, para estar en medio de las bestias salvajes, dejándonos servir por los ángeles. Nos pone frente a nuestras fragilidades, para hacernos capaces de ser imagen y semejanza de un Dios que se conmueve ante nuestra hambre. El camino para salvar a nuestra sociedad no será el de las bestias, pero tampoco el de los ángeles, sino el de hombres y mujeres con alas y raíces.
Medina nos pone frente a rostros y corazones, dándonos la oportunidad de mirar nuestro propio corazón, escuchando lo que él nos dice.
Quienes hemos seguido la trayectoria de Paulo Medina, hemos podido ser testigos de su valiente creatividad, que como el agua, no deja de buscar caminos nuevos frente a cada nuevo obstáculo. También como el agua, su obra no deja de transformar lo que toca a su paso, dejando vida y color. Su obra ha roto las barreras de las naciones, pero también de las plataformas y los espacios. No ha tenido miedo a llegar a lo virtual y a superar las barreras que la realidad actual nos ha impuesto.
Esta exposición nos llega como un bello atardecer que nos sorprende cargados de cansancio y hastío al final de la jornada. Hemos enfrentado como sociedad momentos de mucha dificultad, no tengamos miedo a dar espacio en nuestra vida a la belleza.
Osbaldo Carrazco Sáenz