Nacido en Delicias, Chihuahua, al norte de México, en 1964. Paulo ha estado en contacto desde pequeño con el mundo de la creatividad.
Alentado por sus progenitores, fue dando rienda suelta a su imaginación. En 1981-1982 estudia inglés en Antioch, CA, donde además del idioma lleva algunas clases de arte. Sin embargo, la vocación sacerdotal fue más fuerte por lo que inició sus estudios seminarísticos, incluyendo e integrando dentro de su formación el desarrollo artístico. Su primera exposición individual se realizó al término de su formación.
A partir de ahí, y después de sus estudios en Roma, Italia, Paulo ha ido creciendo año con año en el desarrollo de su propia pintura. Su obra ha sido publicada en diversos medios católicos importantes, como misales, libros y periódicos. Su obra ha trascendido el ámbito católico y ha sido también publicada por iglesias cristianas de otras denominaciones religiosas.

La evolución de la obra de Paulo Medina ha tenido como denominador común el uso del color en una forma expresionista, utilizando generalmente una pincelada vigorosa y suelta, libre.
La utilización del impasto genera volúmenes necesarios, especialmente para marcar la figura humana dentro de contextos semifigurativos. De la abstracción a la narrativa de escenas bíblicas, su obra utiliza distintos formatos y técnicas. La pintura acrílica predomina en su obra, aunque ha esta le añada algunos otros materiales como lapiz de color, pastel y otros medios.


También el arte digital ha estado presente en las inquietudes del artista, llevando ya varias décadas en su experimentación, plasmandolo en pantallas o publicaciones de libros, este arte encuentra así un soporte material que lo contenga. Existe pues una interrelación entre lo digital y lo pintado físicamente en un lienzo, ya que ambas técnicas se retroalimentan.